EL ULTIMO LIBRO QUE HE LEIDO

Me ha fascinado. Su final no era como yo esperaba. Pero me ha embaucado mucho. Diría que demasiado.

Me ha enseñado que, a pesar de todo lo que uno pueda llegar a sufrir, siempre vuelve a salir el sol, aunque sea entre nubes o incluso detrás de las mismas. Pero está ahí. Y que "mientras hay vida, hay esperanza". (Alguien lo dijo).

Gracias a Dios, tengo la gran suerte, o quizás deseos, de seguir luchando por lo que quiero: mi cala en un puertito pesquero, una chabola y una puesta de sol rodeada de música, letras y un amor rebosante de una inmensa paz. Un montón de páginas en blanco para rellenar y un abrazo fuerte, sincero y cariñoso, que me ayude a recordar todos los detalles de los que se completa la vida. Mi vida. Nuestra vida.

Si no es ahora mismo, es porque no se puede. Pero no importa. Todo llegará. Siempre lo podremos hacer. De una forma u otra, las páginas se llenarán, las llenaremos, en una cala o en tres metros. La historia no sólo se escribirá, sino que se vivirá más de lo que se ha vivido. Nos llevará tan lejos que será digna de recordar. Todo amor y comprensión, cariño y muchísimo respeto.

El final no será ni un poco parecido al libro que he leído (¿o vivido?). Será espectacular. Lleno de pasión y mucha sabiduría (la que aportan los años). Tan respetable como admirable y venerable.

Ya veo la portada del libro. Unas nubes blancas en un cielo azul, en el horizonte de una carretera que se divide en tres, pero todas llevan al infinito. Un éxito indudable.

(Te quiero. Sin ti, no se puede escribir el final real)