No se puede gritar más alto cómo nos volvemos de míseros. Quizá a veces ruines. No merece más vuelta que el ser lo que uno es.
No se puede mendigar amor o cualquier otra cosa.
La historia realmente cruda es lo que uno esté dispuesto a dar. No sirve la exigencia por sí misma si no hay un pequeño cambio.
No se encuentra. Estalla. Y todos tienen razón.
Es triste. Pero no hay vuelta atrás.
Demasiado triste. Demasiado humillante. Demasiado permitido y perdonado.
Es tiempo de silencio largo y reflexivo.
Hace 17 años
1 comentario:
Lo más triste es que, cada persona tiene un poco de cada cosa, y mientras se está consciente de esto no hay mayor problema. El verdadero problema radica cuando uno empieza a creerse que puede ser diferente lo que de principio pintó para ser, "lo mismo de lo mismo".
Se puede ser reflexivo, se puede uno guardar algún tiempo, pero lo esencial es el cambio.
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